Códices mayas: los cuatro textos que sobrevivieron al tiempo

Los códices mayas son una de las expresiones más sofisticadas del conocimiento mesoamericano. Elaborados por escribas especializados, estos manuscritos combinaban escritura jeroglífica, astronomía, rituales y calendarios sagrados en un sistema visual complejo y preciso.
Aunque existieron muchos, solo cuatro códices auténticos han sobrevivido. Cada uno ofrece una mirada única al pensamiento religioso, científico y simbólico del mundo maya. Esta sección está dedicada a explorar su contenido, su función y el legado que aún transmiten.
Explora los códices mayas
¿Qué son los códices mayas?
Los códices mayas son manuscritos pintados por escribas de élite que combinaban conocimientos religiosos, astronómicos y rituales. Estaban hechos en su mayoría con papel de amate o corteza de higuera silvestre, cubierto por una capa de cal que servía como base para los trazos finos y colores brillantes.
Estos documentos plegados en forma de acordeón eran usados por sacerdotes-matemáticos para calcular fechas importantes, organizar ceremonias y observar el cielo. Aunque la civilización maya produjo una enorme cantidad de estos textos, solamente cuatro han sobrevivido a la destrucción sistemática de los colonizadores y misioneros en el siglo XVI.
¿Cuáles son los 4 códices mayas?
Los investigadores coinciden en que sólo cuatro códices mayas auténticos han llegado hasta nuestros días. A continuación, un breve vistazo a cada uno:
- Códice Dresde: Conservado en Alemania, es el más estudiado. Contiene predicciones astronómicas, cálculos de eclipses y ciclos venusinos.
- Códice Madrid (o Tro-Cortesianus): El más largo y complejo, dividido en dos secciones que fueron unidas por error. Registra rituales, adivinaciones y calendarios agrícolas.
- Códice París (o Peresianus): Se encuentra muy dañado, pero conserva calendarios festivos y listas de dioses. Algunos lo consideran una guía ceremonial para sacerdotes.
- Códice Maya de México (antes Grolier): Fue motivo de debate durante décadas. Tras exhaustivos estudios, se confirmó su autenticidad. Es el más antiguo y contiene tablas adivinatorias asociadas con el dios de la muerte.
Estos códices fueron creados entre los siglos XIII y XV. Aunque sus estilos varían, comparten estructura, simbología y propósitos similares.
¿Cómo se leen los códices mayas?
Los códices mayas se leen de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, en columnas que a menudo contienen glifos jeroglíficos acompañados de ilustraciones. La lectura no es literal, como un texto escrito con letras, sino una combinación de signos fonéticos, logogramas e imágenes simbólicas.
Cada glifo representa una sílaba, palabra o idea. Pero no basta con reconocer los símbolos: hay que entender el contexto, la secuencia y la relación con los calendarios mayas. Los escribas jugaban con la simetría, los colores y la disposición de las figuras para dar sentido a cada escena. En algunos casos, una sola página puede estar compuesta por más de 100 elementos combinados.
Los códices también empleaban marcadores temporales y iconografía astronómica que solo los sacerdotes especializados podían descifrar. No eran textos para el público general.
¿Qué registraban en los códices mayas?
Estos manuscritos no contenían narraciones históricas como en otros pueblos mesoamericanos. Su función era ritual, adivinatoria y astronómica. Servían como manuales para interpretar los ciclos del tiempo y realizar ceremonias en fechas propicias.
Entre los temas más comunes que aparecen en los códices mayas se encuentran:
- Tablas de eclipses solares y lunares
- Ciclos de Venus y Marte
- Fechas relacionadas con dioses y sacrificios
- Ceremonias agrícolas y festivas
- Listas de deidades, animales sagrados y símbolos calendáricos
En conjunto, estos códices formaban una especie de “agenda cósmica” que ayudaba a los sacerdotes a mantener el equilibrio entre el mundo humano y el mundo divino.
¿Dónde se encuentran actualmente los códices mayas?
Cada uno de los cuatro códices mayas sobrevive en una institución distinta, fuera de Mesoamérica:
- El Códice Dresde se guarda en la Biblioteca Estatal de Sajonia (Alemania).
- El Códice Madrid se encuentra en el Museo de América (España).
- El Códice París está en la Biblioteca Nacional de Francia.
- El Códice Maya de México fue recuperado por el INAH y se conserva en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, en la Ciudad de México.
Esto ha generado debates sobre su repatriación, ya que forman parte del patrimonio mesoamericano y fueron sacados en contextos poco claros. Aun así, están digitalizados y disponibles para consulta en línea por investigadores y público general.
¿Por qué se perdieron tantos códices mayas?
Durante la colonización, miles de códices fueron destruidos. El caso más documentado es el del fraile Diego de Landa, quien en 1562 organizó una quema masiva de documentos indígenas en Maní, Yucatán, bajo el argumento de que eran obras del demonio.
El resultado fue catastrófico. Se estima que más del 99% de los códices mayas desaparecieron, junto con generaciones enteras de conocimiento acumulado. Lo que queda hoy son apenas fragmentos de una tradición escrita vasta y sofisticada.
A pesar de esa pérdida, los cuatro códices que sobrevivieron contienen suficientes datos para confirmar que los mayas tenían una comprensión muy avanzada del tiempo, las matemáticas, los astros y los rituales religiosos.
¿Qué hace únicos a los códices mayas frente a otros códices mesoamericanos?
Los códices mayas son diferentes por varias razones. La primera es que utilizan un sistema de escritura fonética completo, lo cual los distingue de códices mexicas o mixtecos, que usaban principalmente pictogramas.
Además:
- Los mayas desarrollaron observaciones astronómicas detalladas con enorme precisión, mucho antes del telescopio.
- Usaban tablas matemáticas basadas en el sistema vigesimal, incluyendo el concepto de cero.
- Incorporaban imágenes de dioses en posiciones repetidas o invertidas, lo que indica un lenguaje visual complejo.
Mientras otros códices combinaban historia, genealogía y tributos, los mayas pusieron el foco en el tiempo sagrado y los cuerpos celestes.
¿Se han descubierto nuevos códices mayas recientemente?
El último gran hallazgo fue el Códice Maya de México, también conocido como Códice Grolier, encontrado en Chiapas en los años 60. Durante décadas fue considerado falso debido a sus condiciones de hallazgo y estilo aparentemente tosco.
Sin embargo, estudios recientes demostraron su autenticidad, ubicándolo como el códice más antiguo del continente (siglo XI). Esta validación abrió nuevas líneas de estudio y también renovó la esperanza de que otros códices, aún desconocidos, puedan estar resguardados en colecciones privadas o enterrados en zonas arqueológicas aún no excavadas.
¿Qué podemos aprender hoy de los códices mayas?
Estos documentos antiguos aún tienen mucho que enseñar. A través de ellos, los investigadores han podido:
- Reconstruir el sistema calendárico maya con gran exactitud.
- Estudiar rituales que siguen presentes en comunidades mayas vivas.
- Identificar nombres y funciones de decenas de dioses.
- Comprender cómo los mayas vinculaban los ciclos celestes con la vida diaria.
- Comparar su astronomía con sistemas modernos.
Los códices no son simples reliquias. Siguen vivos en las comunidades que conservan la lengua, los ritos y el respeto por los ciclos naturales.
